Moscas de las frutas nativas asociadas al quilembay


Los Tephritidae, conocidas como moscas de las frutas, son una de las familias más diversas del orden Diptera. Estos insectos presentan patrones característicos en sus alas y en sus estadios larvales se alimentan de las plantas. Aunque algunas especies se asocian a los frutos y son importantes plagas, muchos tefrítidos atacan otras estructuras como raíces, semillas y flores. En Argentina, se han registrado 171 especies de tefrítidos pertenecientes a 34 géneros, pero el conocimiento de esta fauna se basa principalmente en estudios antiguos e incompletos, y existe poca información de las relaciones con las plantas hospedadoras, particularmente en el caso de la flora nativa. Las larvas de la subfamilia Tephritinae se alimentan casi exclusivamente de plantas de la familia Asteraceae, induciendo la formación de agallas o alimentándose directamente de los pimpollos o semillas. Algunas de estas especies han sido utilizadas para el control biológico de poblaciones vegetales ya que afectan su éxito reproductivo.

El quilembay (Chuquiraga avellanedae) es un arbusto perenne que ha sido identificado como una especie indicadora de las estepas patagónicas. Además, la densidad de esta especie ha aumentado principalmente como consecuencia del sobrepastoreo. En este contexto, comprender el impacto potencial de los tefrítidos nativos en el éxito reproductivo del quilembay podría ser una herramienta útil para el control y el manejo de las poblaciones de este arbusto. El objetivo del estudio fue identificar por primera vez a las especies de tefrítidos que se alimentan de las flores del quilembay.

Los tefrítidos juveniles (larvas y pupas) fueron criados en laboratorio a partir de flores colectadas en la zona de Playa Paraná (Chubut). Se registró la eclosión de dos especies de moscas: la más abundante fue una especie no descripta del género Cecidochares y la otra fue Neosphaeniscus m-nigrum. Este es el primer registro de una planta hospedadora para el género Neosphaeniscus. Además, una proporción de las pupas estuvo infectada por parasitoides de las familias Pteromalidae y Eurytomidae. Estas pequeñas avispas son enemigos naturales de las moscas que se desarrollan en el interior de las pupas, se alimentan de ellas y las matan. Las dos especies de tefrítidos cumplen su ciclo de vida en un año: a principios de verano las hembras ponen los huevos en los pimpollos, las larvas se alimentan de las flores en desarrollo y al final del verano entran en el estadio de pupa, en el cual permanecen hasta el momento de la eclosión del adulto en la siguiente primavera.

El 54 % de las flores de quilembay estuvieron afectadas por los tefrítidos. Considerando que estas flores no producen frutos, el impacto sobre el éxito reproductivo del quilembay podría ser significativo. Sin embargo, es necesario ampliar el estudio para conocer la ecología de estos tefrítidos, incluyendo sus respuestas a factores ambientales, su variación temporal y la interacción con sus enemigos naturales (avispas parasitoides).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El trabajo fue realizado por Fernando J. Martínez y María Victoria Campanella (IPEEC-CONICET), con la colaboración de Allen L. Norrbom (Systematic Entomology Laboratory, USDA) y Pablo Schliserman (CITCA-CONICET/UNCA). Se encuentra disponible en https://www.scielo.br/pdf/aabc/v92s2/0001-3765-aabc-92-s2-e20191524.pdf

Contacto: martinezferj@gmail.com / mvcampanella@hotmail.com