La provincia de Neuquén es reconocida como una de las regiones más importantes desde el punto de vista de la diversidad de especies de lagartijas de Argentina. La elevación de los Andes, uno de los volcanismos más activos de América, combinados con diversos procesos climáticos y geológicos ayudaron a la creación de algunos de los más complejos y extraordinarios paisajes de Argentina. Esto propició la separación y aislamiento de poblaciones de lagartijas, facilitando procesos de especiación, lo que ha llevado a considerar esta región como uno de los hotspots con mayor biodiversidad. En los últimos años, se describieron para el centro y norte neuquino, más de 20 especies nuevas para la ciencia, que se agregaron a un número similar que ya se conocían como exclusivas para la región. La mayoría de estas especies son endémicas, es decir que sólo se conocen para un lugar geográficamente limitado y no se encuentran en otros lugares del país ni del mundo. Entre las zonas de mayor diversidad de reptiles se destacan dos ubicadas en el norte del Neuquén, las zonas comprendidas por el campo volcánico Auca Mahuida y el Bajo de Añelo. El Bajo de Añelo alberga una gran cantidad de especies de lagartijas apenas conocidas. Entre ellas se destaca La Lagartija de las Dunas de Añelo (Liolaemus cuyumhue), especie única de lagartija que forma parte de un grupo de especies estrictamente dependientes de la existencia de dunas activas, que solo se encuentran en este lugar de Neuquén. Además, recientemente fueron formalmente descriptas para la ciencia Liolaemus calliston y Liolaemus quinterosi, endémicas en el Bajo de Añelo, que probablemente también serán categorizadas bajo alguna categoría de amenaza. Además el ensamble se compone de otras 9 especies de lagartijas, que junto a 6 especies de serpientes y una especie de tortuga conforman una de las comunidades de reptiles más ricas del Monte Neuquino

La Lagartija de las Dunas de Añelo (Liolaemus cuyumhue) es una especie de lagartija endémica del Bajo de Añelo. Por ende, su distribución se encuentra acotada a esta zona. Fue nombrada así, en referencia a las características del sustrato donde habita, ya que “cuyumhue” es una palabra mapuche que significa lugar arenoso. Además, L. cuyumhue tiene un comportamiento particular cuando se siente amenazada ya que no sólo corre en busca de refugio, como otras especies, sino que  termina desapareciendo entre la arena, se entierra.

Esta especie fue descripta por la ciencia en el 2009 por el investigador del IPEEC Luciano Avila y su equipo de trabajo. Liolaemus cuyumhue habita dunas mediterráneas de origen eólico escasamente vegetadas, ubicadas en zonas con gran concentración de actividad petrolera. Es por esto que se encuentra categorizada por la UICN como especie en peligro crítico de extinción.

Crédito de las fotografías: Todas las fotografías fueron tomadas por M.V. Brizio

La estructura de la vegetación es de gran importancia y uno de los factores principales que determinan el uso del espacio en reptiles terrestres. Con respecto a otras especies de lagartijas arenícolas, se sabe que son más abundantes en coberturas de vegetación bajas o medianas, y que las preferencias por determinados microhábitats se encuentra relacionada con la posibilidad de evitar predadores.

Otro de los factores que se sabe que determinan el uso de la vegetación es el comportamiento termorregulatorio, ya que los reptiles son animales ectotérmicos. Esto significa que su temperatura corporal depende en gran medida de la temperatura ambiental. Es por ello que la calidad térmica de los microhábitats que habitan tiene un rol vital. Mediante la utilización de la vegetación como refugio, muchas especies regulan comportamentalmente su temperatura corporal utilizando las temperaturas ambientales favorables y evitando la exposición al sol en momentos extremos del día, como pueden ser las horas del mediodía.

Cuando hablamos de microhábitats, en la Lagartija de las Dunas de Añelo nos referimos a la cobertura vegetal, siendo de gran importancia las especies vegetales arbustivas como Larrea divaricata, Aylacophora deserticola, Ephedra ocreata, Senna aphylla y especies vegetales de pastos como Sporobolus sp. Por esta razón, las poblaciones de L. cuyumhue son especialmente vulnerables a los cambios realizados en la cobertura vegetal de las dunas, perdiendo de esta manera el acceso a sus refugios térmicos para protegerse de las temperaturas ambientales en aumento.

Crédito de las fotografías: Todas las fotografías fueron tomadas por H. Bergamini

La lagartija de las dunas de Añelo, como otras especies de lagartijas emparentadas, tienen la capacidad de “zambullirse” en la arena a modo de escape de depredadores. Esta especie presenta adaptaciones morfológicas para ello como:

• Una coloración dorsal muy parecida a la arena;
• Presencia de una quilla de escamas entre el ojo y la nariz que le permite proteger los ojos y las narinas de la arena cuando se entierra;
• Una cabeza aplanada con forma de pala para poder enterrarse rápidamente.

Todas estas características nos indican cómo esta especie está adaptada a la vida en las dunas mediterráneas eólicas de Bajo de Añelo, transformándose en una lagartija altamente especializada de estos ambientes.

Crédito de las fotografías: Todas las fotografías fueron tomadas por M.V. Brizio

Este grupo está compuesto por investigadores del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET) y el Instituto de Investigaciones de Biodiversidad y Medio Ambiente (INIBIOMA-CONICET). Pertenecientes al IPEEC María Victoria Brizio y Luciano Avila, y al INIBIOMA Jorgelina Boretto y Facundo Cabezas-Cartes.

A lo largo de los últimos 8 años venimos enfocando nuestro trabajo en conocer la bioecología de esta maravillosa especie. Inicialmente, en el marco de la tesis doctoral de María Victoria Brizio se han publicado hasta el momento dos trabajos científicos. El primero en el año 2021 acerca de la vulnerabilidad de esta especie frente al cambio climático global y la importancia de la conservación de su hábitat (Brizio et al. 2021); el segundo sobre la distribución actualizada de L. cuyumhue en el Bajo de Añelo, especie endémica de ambientes de dunas altamente impactados por las actividades antrópicas (Brizio et al. 2022).

Actualmente, estamos desarrollando un proyecto de investigación sobre la fisiología reproductiva y estado inmunológico que contribuirían a conocer si esta especie vive bajo estrés ambiental y si ello repercute en su potencial reproductivo, esperando contribuir con conocimientos que aporten a la toma  de decisiones de manejo.

De la mano de la investigación, también realizamos actividades de divulgación y concientización sobre la conservación de esta especie y su hábitat a las cuales se sumaron en colaboración Jorgelina Villanova, Rodrigo Calvo y Eugenia Ghio.

Asimismo, fuimos beneficiados por segunda vez con subsidios internacionales para la ejecución de este proyecto de investigación que aportará conocimientos para la conservación de esta especie, y  para la creación de un Plan de Manejo adecuado para su área de distribución.

Crédito de las fotografías de izquierda a derecha: H. Bergamini, F. Cabezas-Cartes, F. Cabezas-Cartes, J.M. Boretto, M.V. Brizio.

En la distribución restringida de la Lagartija de las Dunas de Añelo (Liolaemus cuyumhue), todo el territorio presenta una grave degradación ecológica, provocada principalmente por la ganadería extensiva (principalmente ganado caprino, pero también algunos bovinos y caballos), y las perforaciones de gas y petróleo.

La provincia de Neuquén abarca gran parte de una importante cuenca hidrocarburífera (Cuenca Neuquina) en la que se realiza una intensa explotación de petróleo y gas. En la región se encuentran importantes yacimientos de explotación petrolera y gasífera como Loma de la Lata, Aguada Pichana, Aguada San Roque, La Calera y Loma Campana. Entre éstos, Aguada Pichana es el segundo yacimiento gasífero más importante de la Cuenca Neuquina y tercero a nivel nacional.

El incremento en la actividad hidrocarburífera compromete la continuidad del hábitat de la lagartija de las Dunas de Añelo, ya que mediante el aumento de obras como pozos, caminos que los conectan y canteras, generan una mayor fragmentación y pérdida de los ambientes donde habita la especie.

Crédito de las fotografías: Todas las fotografías fueron tomadas por M.V. Brizio